Consejos y curiosidades sobre el líquido anticongelante

Los anticongelantes son compuestos que se añaden al sistema de refrigeración del vehículo para evitar que se solidifiquen con las bajas temperaturas del invierno y, a su vez, prevenir la corrosión de los sistemas de refrigeración.

El producto se llama indistintamente anticongelante o refrigerante porque su misión es mantener el sistema de refrigeración en óptimas condiciones de funcionamiento, absorbiendo el calor extremo y evitando que llegue a congelarse. Aunque el término anticongelante es realmente una de las propiedades del líquido refrigerante.

En el pasado se usaba agua como refrigerante de los vehículos pero, se desarrollaron estos tipos de aditivos, porque: el agua absorbe mucha energía antes de calentarse tan solo un grado, se congela a 0ºC y hierve a 100ºC, lo que limita muchísimo en caso de temperaturas extremas y, además, a largo plazo es corrosiva para el metal.

¿Cada cuánto hay que cambiar el anticongelante?
Es muy importante realizar correctamente el mantenimiento del líquido anticongelante de nuestro vehículo. Con el tiempo no suele perder del todo las propiedades anticongelantes pero sí pierde bastante eficacia a nivel anticorrosivo, lo que puede causar fallos en las piezas a largo plazo.

Lo ideal es cambiarlo cada 3.000h de uso o cada 5 años, aunque también depende del tipo de anticongelante que usemos, ya que hay unos que tienen menor durabilidad que otros.

¿Qué tipos de anticongelante existen?
Podemos ver que los anticongelantes pueden tener colores llamativos. El motivo de estos tonos es simplemente identificar y detectar fugas. Cada fabricante usa unos colores en función de su tipo o concentración pero no existe consenso en cuanto a tonalidades.

La principal clasificación de anticongelante se establece según su composición, diferenciando entre anticongelante orgánico e inorgánico. Ambos están formados por etilenglicol, el agente anticongelante más comunmente utilizado, pero difieren en el resto de aditivos que lleva la mezcla.

Orgánicos: tienen más durabilidad, pueden tener un punto de congelación más bajo en las versiones más concentradas (50%), tienen mejor protección para algunos materiales de vehículos modernos y son más ecológicos.
Inorgánicos: duran menos, sus versiones más concentradas no llegan a un punto de congelación tan bajo como el orgánico, sus anticorrosivos son más propio de vehículos antiguos y son menos ecológicos.

¿Se pueden mezclar los anticongelantes?
Importante tener en cuenta que no debe mezclarse el anticongelante orgánico con inorgánico. Estas mezclas pueden producir deterioros como: reacciones espumosas, cambios de color en el líquido o separación de componentes. Si se llega a este punto lo más recomendable es vaciar y limpiar el sistema.